OÍR MEJOR, VIVIR MÁS PLENO: Consejos de salud auditiva

Usuario recibiendo nuevos audífonos.

El objetivo principal de los audífonos clínicos es generar estimulación a nivel central del cerebro. Si no escuchamos, disminuye la información que llega al cerebro, reduciendo la estimulación y aumentando la susceptibilidad a enfermedades cognitivas. Los audífonos nos ayudan a integrarnos de mejor manera en nuestro entorno, ya sea porque esta deficiencia auditiva está afectando nuestra calidad de vida y autonomía.

Rehabilitación

Algunos consejos para el entorno incluyen aprender a modular, hablar de frente y lentamente. La rehabilitación a nivel de entorno es crucial para no perder conexiones, lo cual es beneficioso no solo en el ámbito audiológico, sino también en el emocional.

La falta de estimulación de la plasticidad neural puede llevar a la atrofia cerebral. Es crucial trabajar la tolerancia a la incertidumbre antes de cualquier proceso o protocolo. En promedio, lleva alrededor de un año y medio aprender una conducta en una persona adulta. Factores medioambientales durante la infancia, como la exposición a la meningitis, pueden ralentizar el aprendizaje de ellas.

El uso de protectores contra el ruido es recomendable solo cuando sea necesario y de manera preventiva. Mantener estimulado el cerebro de manera basal ayuda a que cambios abruptos de sonido no se perciban con rudeza.

¿Por qué perdemos la audición?

La presbiacusia es la pérdida auditiva propia de la degeneración, afectando la audición en diferentes niveles. Debido a esto, existen adaptaciones que se pueden hacer a nivel de los audífonos para aprovechar estos restos auditivos y no perder la conexión con el sistema límbico, lo cual puede generar respuestas emocionales incómodas.

En nuestros oídos existen las células ciliadas externas, las cuales están encargadas de recibir el sonido más tenue, proporcionando nitidez en nuestro sonido, y las células ciliadas internas se estimulan cuando el sonido es más fuerte; estás no cuentan con filtros, por lo cual mandan toda la información directa al nervio, siendo la causa de la molestia ante ruidos fuertes.

Es importante tener en cuenta que, en la mayoría de los casos, la audición va perdiendo la captación de los sonidos con claridad. Por lo tanto, se actúa hablándoles a un volumen exagerado y a una velocidad desmedida, lo cual es una acción errónea que lleva al afectado no solo a recibir información de forma ruda, sino también a generarle un rechazo a querer comunicarse, lo que genera buscar un aislamiento social.

La estimulación constante es primordial, incluyendo la realización de un control preventivo de audiometría debido a la degeneración natural de nuestro órgano.  Es crucial que la información captada viaje a través del nervio y llegue a diferentes zonas de nuestro sistema temporal, como el
área auditiva, que se comunica con la memoria, comportamiento y ubicación aeroespacial.

El nervio es un cúmulo de fibras nerviosas y neuronas, el cual pasa por un proceso llamado desaferentación, que implica la disminución de neuronas en el nervio, causando que esté trabaje más lentamente. Diabetes, hipertensión, enfermedades autoinmunes, exposición al ruido y la edad en conjunto a su uso prolongado del oído, son factores que contribuyen a la desaferentación.

¿Que hacer?

El cuidado de nuestra salud auditiva va más allá de la simple corrección con audífonos; implica una comprensión profunda de cómo la estimulación constante y la rehabilitación ambiental juegan un papel crucial en la prevención de la pérdida auditiva y sus consecuencias asociadas. La plasticidad neural nos enseña que el cerebro es moldeable, pero requiere una atención constante para mantener su agilidad. Aprender a adaptarnos y promover la tolerancia a la incertidumbre son pasos fundamentales en este viaje hacia una audición plena.

Al comprender la complejidad de nuestros oídos y nervios, podemos tomar medidas proactivas, desde el control preventivo de audiometría hasta la moderación en el uso de protectores contra el ruido. Así, al fomentar una atención consciente a nuestra salud auditiva, no solo oímos mejor, sino que también vivimos de manera más plena, conectándonos más profundamente con nuestro entorno y preservando la riqueza de la experiencia sonora a lo largo del tiempo.

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Te dejamos un post con la variedad de productos audiológicos disponibles:

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